LA ESPERA Y LOS TIEMPOS DEL SANTO

Que impaciente somos . . . no sabemos  y no podemos esperar cuando necesitamos algo, cuando le pedimos al Santito  que nos conceda lo que necesitamos, sea lo que sea queramos que sea ya, en forma inmediata, sin esperas.
La angustia, el dolor, el miedo, un  amor no correspondido, la falta de respuestas a nuestros porque, no son buena ayuda para poder esperar, porque esos sentimientos nos queman el pecho, nos desespera, queremos que eso que sentimos, que nos aqueja  se vaya y se vaya rapido, que la solucion llegue de forma milagrosa y mágica.

Y por supuesto no podemos , no sabemos ni queremos  esperar a que EL nos conceda lo que le estamos pidiendo .
Nuevamente Mari sale al auxilio con un consejo extraido de enorme baul lleno de experiencias y conocimientos para decirnos, recalcarnos, enseñarnos  que ella con los mas de treinta años de devocion aprendio es que " los tiempos  del Señor no iguales a nuestros tiempos".
Con esto quiere decir que el nos va conceder lo que pedimos en el momento que considera que estaremos preparado  para recibirlo , y lo mas importante si somos digno de recibir lo que estamos pidiendo, y eso es muy importante.
Pero la impaciencia nos corroe al ver pasar las horas, los dias  y no vemos llegar eso que tanto necesitamos y alli es donde dudamos y nuestra fe empieza a flaquear.
Hoy justamente  me planteaba esto,  y no pude evitar sentir dudas,  por eso es que aprendiendo a hacer crecer mi fe es que decidi referirme a este tema, para que veas a todos nos pasa. y entonces este pedido surgio de forma natural y espontanea

" Te pido Señor  que no me permitas dudar de tu poder, que mi fe sea cada segundo , cada hora, cada dia mas fuerte, que pueda aprender a esperar el momento  en que vas a concederme lo que te he pedido y que cuando ese momento llegue yo sea un testimonio mas de tu enorme poder"

Es una plegaria que nacio asi mientras escribia . por eso quise plasmarla en estas paginas para compartirla con ustedes para que si alguien en algun momento la necesita le pueda ayudar.
Tambien debemos saber que no siempre vamos a recibir lo que pedimos. Yo soy un testigo y puedo asegurar que todo lo que le pedi me fue concedido y lo que no, con el tiempo me mostro las razones del porque no me fue concedido.
Y finalmente  lo pude entender,  y ver que no recibir fue realmente lo mejor para mi. Siempre me dio señales cuando hacia un pedido de que me habia escuchado, y que debia esperar, que aun no era el momento.
En momentos asi, de congoja, de angustia, a mi me ayuda mucho rezar, lo repito y lo repetire las veces que tenga oportunidad. Rezar me da tranquilidad y fortalece mi fe.